viernes, 28 de marzo de 2014

Ya casi...

Querida Dharma.
 Ayer ha sido uno de lo peores días de mi historia como bibliotecario, he llegado a la casa con un dolor en el cuello que aún me molesta mucho, siempre trató de venir a almorzar con tu mama, pero ayer fue imposible.
Cuando estaba en noveno grado decidí estudiar psicología, y realmente me fascina esa ciencia, los años que dure en Medellín estudiándola fueron los mejores años de mi vida, pese a las dificultades que tuve; el problema de la psicología fue graduarme y tener que enfrentarme a la majadería de los seres humanos, personas que creen que porque eres psicologo debes mantener una moral  bizantina y te convierten en el receptáculo de todas sus desgracias, te los encuentras en la calle y te sueltan su rollo así como así, sin ningún respeto, yo me pregunto porque no hacen lo mismo con los ginecólogos. Sería muy divertido ver a una mujer en la calle abriendo sus piernas para que el galeno observe su aparato genital.
Asi me queje, la vida ha sido muy buena conmigo. Me dio la posibilidad de ser bibliotecario, aunque legalmente lo que soy es un administrador de una biblioteca, me fascina mi trabajo, poder ser el guardián de la sabiduría de la humanidad y podérsela entregar a las personas, sobre todo niños, me llena como ser humano.
Mi puesto sinceramente es un puesto político, es decir que estoy en el mientras dure el periodo del alcalde, después de esto seré un desempleado más, sinceramente no se sí lo hago bien o mal, mi equipo de trabajo y mis amigos les gusta, pero bueno ellos son una bandada de ángeles no creo que tengan corazón para decirme que soy un desastre en lo que hago.
Me gustaría que ya estuvieras acá para poderte mostrar lo que hacemos, he descubierto una inclinación por la pintura y por la decoración , las obras de títeres, los talleres de lectura y demás cosas me siento como en un país mágico y de verdad quisiera ya podertelo mostrar e incluirte en este pequeño mundo.

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