lunes, 31 de marzo de 2014

No pares de moverte...

Querida Dharma 

Desde hace dos días tu madre, no cesa de decirme que remueves mucho y que le causas unos dolores intensos, no soy médico, y poco se de estos casos, pero mi intuición me dice que en cualquier momento irrumpirás en nuestra vida.
Tu mamá insiste en hacer un viaje de seis horas para tenerte en Cúcuta, yo preferiría que nacieras acá en Ocaña, pero dicen por ahí que donde manda capitán, grumete se somete.
No se porque insisto tanto que nazcas, en ocaña, parezco como esos elefantes obstinados en volver al océano de huesos de sus antepasados. 
Cuando yo vine a este mundo habían guerras y por primera vez la humanidad sentía el miedo de que un desquiciado político apretara el botón que detonaría el Apocalipsis, en el mundo en el que tu vas a nacer aún hay guerras y existe el riesgo de ese dedo mortífero, pero a nadie le importa, todo el mundo esta entretenido en sus tablets, smarthphone y pcs.
Cuando yo nací este pueble tenía unas casas grandotas construidas con barro, con unos techo altísimos y su fachada era pintada con cal y algas que crecías en sus paredes, tu vas a nacer en un pueblo hecho de edificios grises, aluminio y vidrio; colocados en una total a anarquía y en unas calles en donde los peatones valen menos que la basura que esta en ellas.
Cuando yo nací este mundo abría las puertas del cielo de par en par y caían chubascos bíblicos, hoy mueren los animales de sed.
Cuando yo nací los campesinos sembraban la tierra y cosechaban lo que íbamos a comer, hoy son los señores de la muerte que cultivan una mata que mata, y sacan de la tierra un mineral que da cáncer 
Yo la verdad no entiendo este mundo, se que tienes afán de salir del vientre de tu madre y me da dolor de padre no poderte a llevar a conocer los campos que me mostraba mi abuelo 

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