domingo, 31 de julio de 2016

SOLO POR HOY.


En la cabeza del ser humano suceden infinidad de cosas, incluso en la de aquellos que uno piensa que es imposible que suceda algo, una de esas cosas es la comunicación que existe entre las neuronas, las neuronas son las células que componen el cerebro, prácticamente gracias a ellas pensamos, odiamos, amamos en ellas esta nuestra alma.

Pues estas células tienen un peinado muy particular andan con el cabello como recién levantado, sus cabellos se llaman dendritas y se comunican gracias a ellas, a veces esta comunicación no es tan buena y se hace lenta, los mensajes que van de una dendrita a otra no viajan por el aire como nuestras palabras, viajan por un líquido que está lleno de muchos químicos, estos se llaman neurotransmisores, y a veces los químicos no funcionan bien y es ahí donde los mensajes no llegan como deberían llegar.
Esta falla en la señal produce en el ser humano muchos problemas, pero el más común de todos es un que se llama: depresión. Como te lo estás imaginando yo sufro de esa enfermedad, desde hace más de 10 años me la diagnosticaron y hay momentos en que se vuelve más fuerte hasta el punto de hacerme perder todo interés por la vida.

El sábado 9 de julio a las nueve de la noche presente una crisis depresiva, desde hacía varios días había sentido los síntomas que se avecinaba una fuerte tormenta, intente hacer varias cosas pero parece ser que una vez se desata  no hay nada que pueda detener una crisis.
De pronto hubo factores que hicieron que la tormenta se volviera huracán: hace siete meses estoy desempleado estoy siendo mantenido por tu madre y me siento un completo inútil, vivo en un lugar en donde las personas prefieren matar antes que disfrutar de una sinfonía de Mozart, a pesar de estar casado siento una pesada soledad a cuestas.

Mis neuronas comenzaron a enlentecer su comunicación, cada vez era más difícil concentrarme, más difícil pensar, se me fueron las ideas, los afectos y me fueron quedando pocas cosas en mi cabeza hasta que por ultimo solo me quedo un mensaje en el contestador, un mensaje que se repetía una y otra vez: “Quiero morirme” sonaba en mi cabeza de una manera obsesiva, invasiva; una idea muy fuerte que saco de la casa otras ideas, incluso ideas muy importante como aquella que me recuerda que te amo.
Aquel sábado tu madre y tus abuelos que estaban de visita se fueron a dormir temprano, dejándome en frente a la pantalla del computador, acompañado de listas de reproducción de youtube y a las nueve de la noche se desato lo imparable: primero empecé a llorar y fueron un par de horas en que se escurrían por mi cara lágrimas y más lágrimas, después cuando no soporte más me quise matar.
No te diré la forma, ni lo que pasó después, solo te quiero contar que en ese momento mi vida se quebró. En ese momento se abrieron dos realidades, una en la que yo morí y otra en la que viví. Si estás leyendo esto es porque sos la Dharma de la realidad en la cual viví, lamento mucho lo que debe estar pasando en estos momentos la Dharma de la realidad en la que yo morí.

No ha sido fácil sobrevivir a esa experiencia, lo que paso después fue muy confuso y aún no he sido capaz de ordenar las ideas como para podértelas contar, espero algún día hacerlo. He sentido soledad y abandono estos días, el dolor de estar vivo me acongoja hasta el punto que debo hacer un esfuerzo muy fuerte para recordar que escogí vivir.

Hay momentos en que voy por la calle y me siento tan solo que tengo ganas de desaparecer, a veces voy caminando y siento el deseo de hacerme daño y me toca que recoger alguna piedra de la calle o algún vidrio y me lo meto en la boca y lo muerdo hasta que me destrozo el paladar y luego llegar a la casa y tu madre me pregunta cómo me fue y le contesto que bien, ¿que como esta ella?

La verdad no sé si pueda sucumbir a este momento de mi vida, siento que estoy en el ojo de la tormenta y no sé cómo podrá terminar esto. Hay amigos y personas que me recriminan el hecho de no pensar en ti a la hora de tomar una decisión, me gustaría hacerlos entender que no soy yo, que es algo más grande que me sobrepasa. Vienen me dan consejos, algunos en su inmensa sabiduría me dicen que no lea, entre ellos tu mamá, ¿te imaginas yo sin leer?, eso es como si le quitaran la tierra a una planta, los libros son mi alimento y sustento donde se aferran en muchas ocasiones mis raíces.

Estoy haciendo un gran esfuerzo para verte crecer, para verte ser alguien especial. Alguna vez Bukowsky le dijo a una mujer que ella era magia pero también era locura, Solo por eso me he resistido a sucumbir por verte ser magia y locura; no te conviertas en esa mujer que anda comprando cosméticos por revistas, quiero que te conviertas en esa persona que hace especial una tarde de lluvia, haz que valga la pena el esfuerzo de vivir, aunque sea solo por hoy.